Ayuntamiento y Casa de la Cultura de Santa Eulalia. Ibiza

La parcela se encuentra en una situación peculiar dentro del entorno urbano, al estar situada entre dos zonas verdes. Esta condición de transición entre áreas ajardinadas, unida al carácter público del edificio, parece conducir a un mimetismo de los espacios libres, para generar un todo único y un recorrido fluido.

Partiendo de esta voluntad integradora, y dado que el programa invita a dividir el edificio en dos áreas funcionales claramente diferenciadas (administrativa y cultural), la segregación de dos volúmenes distanciados, dejando en su interior un espacio de circulación, daría respuesta a las exigencias arquitectónicas y paisajísticas. No obstante, un análisis más preciso, aconseja matizar el esquema anterior, dado que existe cierta heterogeneidad que aconseja su subdivisión. El edificio administrativo debe albergar una pequeña dotación de policía local, en difícil convivencia con las áreas de atención al ciudadano y los despachos. Así mismo, el recogimiento necesario en una biblioteca, podría entrar en conflicto con salas de exposición o aulas de formación. Todo ello encaminaría a un mayor fraccionamiento estructural, con la adopción de cuatro volúmenes que alberguen, diferenciadas, cada una de las áreas funcionales, siendo capaces de adaptar su geometría y posición a los linderos de la parcela.

Una vez situadas dentro del área útil del solar las cuatro piezas mencionadas, se opta por ubicar un gran vacío en el espacio interior conformado por ellas, que, a modo de depresión en el parque, sirva para acoger el graderío y escenario del auditorio. Dadas las benignas condiciones meteorológicas imperantes en la isla, esta solución permite un uso prácticamente continuado del auditorio, sin penalizar su presupuesto.