Polideportivo Siete Infantes de Lara. Logroño.
Concurso. Primer premio
El programa propuesto presenta dos realidades completamente diferenciadas: un polideportivo y una piscina. Si bien esta dualidad es frecuente, es innegable la escasa afinidad entre ellas en cuanto a sus condiciones de uso. El primero requiere más altura que la segunda; sus necesidades de climatización y ventilación en nada se parecen; o el grado de privacidad y una actividad claramente dinámica frente a otra más estática y contemplativa, ponen de manifiesto las radicales diferencias.
Ante estas circunstancias, parece aconsejable elevar el recinto de la piscina, en beneficio de su privacidad y posibles vistas; mientras que, por el contrario, el polideportivo entierra su plano de juego, configurando así su límite físico y favoreciendo la accesibilidad de espectadores y la permeabilidad para luz o ventilación.
La concepción unitaria del equipamiento, unida al razonable uso compartido de algunas dependencias, conducen a la fusión de ambos volúmenes en una planta superior donde ubicar el resto del programa (salas de musculación, aulas, gimnasio…) recuperando en estas áreas la visión del parque sur.