Plaza de Toros de El Álamo. Madrid
En la configuración de este nuevo edificio estarán presentes los elementos formales constitutivos de la plaza pública (origen de las modernas plazas de toros); soportales y la zona comercial o artesanal conformando el ruedo son sus elementos esenciales.
La solución adoptada lleva implícita una serie de condicionantes que van más allá de lo funcional, y entre los cuales se incluyen, el valor de las puertas, los tendidos, el ambiente exterior previo y posterior a la fiesta, y la centralidad de la lidia, poco común en los espectáculos. Como consecuencia, el espacio se organiza en dos ejes: Oeste-Este y Norte-Sur. En el extremo Oeste se dispone La Puerta Grande, desde donde se observa en el lado opuesto, en forma de tridente las tres puertas reglamentarias: callejón de toriles, desolladero y patio de caballos, que se relacionan entre sí visualmente. El otro eje Norte-Sur crea la línea divisoria tan característica de las plazas entre Sol y Sombra.