Biblioteca General de Navarra. Pamplona
Dos cuerpos, perpendiculares entre sí, estructuran la nueva actuación. El primero, al colocarse en paralelo a la crujía conservada, da frente al norte, lo que permite abrir un frente acristalado donde se ubican las zonas de consulta y lectura. Con el objeto de preservar la intimidad y recogimiento que requieren dichas zonas, el volumen que las contiene se mantiene retranqueado respecto de la calle San Francisco, lo que permite asomarse a un patio ajardinado abierto al espacio público. El segundo de los cuerpos edificados, con dos fachadas, da frente a la plaza y al patio-jardín. Se muestra más bajo que el anterior, más humano, probablemente mejor de escala. En él se situarán las áreas de mayor afluencia pública.